St.Louis-Pamplona, Pamplona-St.Louis: un suplicio

Aprovechando la navidad, nos volvimos a Pamplona, para pasar las fiestas con la familia, como es lógico.

Desgraciadamente, no hay vuelo directo St.Louis-Pamplona (aún no se muy bien porque), sino que tenemos que hace paradas en Chicago y luego en Madrid. Volvíamos el 22, pero el día no empezó bien. Ya en el aeropuerto de St.Louis nos dijeron que todos los vuelos a Chicago iban con una hora de retraso (ya íbamos a llegar mal a la conexión). Mas vale que a veces a las señoritas de los mostradores de las compañías aéreas tienen momentos de iluminación, y nos cambio el billete a un vuelo anterior, pero por un problema informático no  podía darnos las tarjetas de embarque de Chicago-Madrid, pero si las de Madrid-Pamplona. No me pregunteis, yo tampoco lo entiendo.

Finalmente salimos a la hora a la que teníamos nuestro vuelo, pero la cuestión era que estábamos en el vuelo anterior. Ya en Chicago, conseguimos las tarjetas de embarque sin necesidad de cambiar de terminal ni nada, así que parecía que las cosas se arreglaban (que ilusos).

Curiosamente en Chichago me encontré con una compañera de la carrera que estaba trabajando en California y también iba a pasar las vacaciones a casa. Una hora y media después de despegar el comandante, en un tono de voz totalmente tranquilo nos comenta que uno de los motores del avión no andaba muy fino y que claro no había huev.. para cruzar el charco. Así que íbamos a para en New York para ver que hacíamos. Dos horas de espera en el avión, 5 en la terminal para recoger las maletas y subirnos en un bus para ir a un hotel....dos de la mañana, nada para cenar, sin comer desde las 3 de la tarde...

________En el autobús, camino al hotel = 5 horas de espera________

 

Al final llamamos a un chino y algo engullimos (porque comer a eso no se si se puede llamar). Al otro día, no, espera, que era el mismo día, nos hicieron levantarnos a las 7:00 am, para decirnos que el avión no iba a salir hasta las 9:00 pm!!, pero que a partir de las 12:00 ya podíamos ir a por las nuevas tarjetas de embarque y para buscar billetes para las conexiones.

__________Haciendo la cola para los nuevos pasajes =3 horas______

   ________No conseguir buenos enlaces = No tiene precio_________

 

_____Cuando ves algo así, no esperas nada bueno de la terminal____

Las chicas de Iberia nos dieron un cupón de 20 dolares para comer ese día. Pero claro, la terminal 7 de JFK, no es que sea muy grande, tiene un McDonnals y un restaurante, que cuando llegamos nosotros, ya no quería aceptar cupones. Más vale que Juan, de Santander, que trabaja en Chicago, consiguió que aceptaran los cupones. El resultado:

__________________Preparados para a comer__________________

 

Bueno, no hay mucho mas que contar, el avión salio a las 9:00 pm, hora a la cual ya estábamos bastante cansados, pero bueno todo bien.

 

LA VUELTA

 

Como no podía ser de otra manera, tampoco tuvimos un viaje normal a la vuelta.

Cuando llegamos al aeropuerto de Pamplona, vimos que nuestro vuelo estaba cancelado y que aún cogiendo el siguiente perdíamos el vuelo a Chicago. Otra vez, la amable chica de Iberia, nos dio la opción de ir a St.Louis vía New York, cambiando de aeropuerto, compañía aérea y no se que más. Le dijimos que ni hablar. La otra opción era hacer el mismo viaje que estaba planeado pero el día siguiente.

Leticia le dijo que queríamos salida de emergencia (por eso del espacio) y la chica le contesto que BUSSINESS CLASSS!!!!!!!! Seguimos poniendo cara de póker, pero estábamos que saltabamos de alegría.

Al día siguiente el vuelo Pamplona-Madrid, salió sin problemas y una vez en Barajas nos fuimos a la sala VIP:

_______________En dos palabras: Im presiontante________________

 

Allí que embarcamos, con prioridad de VIP y nos acomodamos en nuestro butacones de Business:

  ____________Con el menú y la carta de vinos___________________

______________Esto es viajar y lo demás tonterías_______________

 

Lo malo, es que luego el avión a St.Louis se retrasó casi dos horas, y una vez subimos nos hicieron bajarnos porque no encontraban nuestro localizador electrónico o no se que y ya pensaba que nos quedábamos en tierra. Más vale que encontré un número por ahí perdido y pudimos embarcar.

Y eso es todo. ¿Quién da más?